La planificación de los centros ceremoniales mayas siguió la topografía (condiciones y características del terreno) donde se construyeron, lo que determinó las diferentes formas y estructuras de los edificios. La arquitectura maya compartió características generales de las culturas americanas, pero tuvo modalidades especiales. Por ejemplo, de propio estilo maya son el arco falso, bóveda maya, cresterías, estelas y altares. En la arquitectura maya se produjeron varios estilos arquitectónicos como el estilo Petén en Uxmal, el estilo Usumacinta en Palenque, el estilo Puuc en Uxmal, entre otros. Una contribución muy valiosa de la cultura maya fue la pintura mural integrada a la arquitectura. La cultura maya produjo una arquitectura monumental, de la que se conservan grandes ruinas en Palenque, Uxmal, Tikal, Quiriguá, Tajín, y Copán, entre otros.
Las plataformas ceremoniales son estructuras de poca altura (máximo cuatro metros) que tenían figuras labradas en los lados. Las plataformas se usaban para celebrar ceremonias públicas, por lo cual en la parte superior había altares, banderas, incensarios y, a veces, un tzompantli: hilera de varas con cráneos ensartados.
Uxmal, México
Chichén Itza, México
Las pirámides se construyeron con la superposición de varias plataformas, sin nunca culminar en un volumen geométrico realmente piramidal. Las plataformas sirven de base para el templo, acercándolo lo más posible al cielo. Las pirámides también tenían una función funeraria, aunque era de importancia secundaria.
Los mayas solían ampliar sus edificios cada determinado tiempo. Muchas pirámides fueron hechas sobre construcciones anteriores, a las que se dejó tal cual en el interior de las nuevas. Las pirámides se componen de bases escalonadas (en muchos casos nueve) y una escalinata central que comunica con un templo en la plataforma superior.
Coba, México
Uxmal, México
Palenque, México
El templo es el espacio donde se hacían rituales para los dioses. Los templos están sobre las pirámides y tienen muchas decoraciones en su parte exterior. El templo es de planta cuadrangular, paredes verticales, con una, tres o cinco entradas. Las entradas dirigen a otras piezas, algunas directamente, o por un pórtico, cuando hay varias puertas. Las entradas se cerraban mediante cortinas amarradas en el interior a unas argollas empotradas, tres en cada lado de la entrada. Los templos no tenían ventanas, pero en algunos casos tenían huecos en forma rectangular o imitando el signo IK, que significa aire. El espacio interior del templo varía mucho desde los pequeños santuarios del Petén hasta los más grandes de Palenque.
Los palacios son edificios que tienen muros lisos, con frisos decorados. Los palacios tenían muchas cámaras interiores que servían como habiaciones para la clase gobernante. Estos palacios se construían solos o en grupo. La construcción de palacios era generalmente en el interior de centros ceremoniales y se construían sobre plataformas.
La bóveda maya también se ha denominado como falsa, salediza o simplemente maya. Este tipo de bóveda se construía
acercando los muros a partir de cierta altura (inmediatamente encima de la parte superior del hueco de las puertas), superponiendo las
hiladas de piedras de manera que cada hilada sobresalga de la inferior, hasta dejar en la parte superior un corto espacio que se cerraba con una pequeña losa. Para la construcción de este tipo de bóveda se usó el mortero de cal, el cual ya se usaba en la construcción de los muros. El mortero de cal es una material que daba cohesión al núcleo y permitía la adherencia de las piedras. El techo de la bóveda tenía forma de triángulo o trapecio. La limitación de esta técnica de construcción de bóvedas era que sólo permitía techar espacios angostos, ya que para piezas de mayor anchura, la altura necesaria para garantizar estabilidad de la bóveda hubiera sido excesiva. Sin embargo, en algunos casos excepcionales se construyeron bóvedas de mayor anchura como en la cripta funeraria del Templo de las Inscripciones.
La bóveda maya se llamo falsa porque en su construcción no se usaba una cuña para suportar la estructura.
La cultura maya, aparecida hacia el año 2 000 a.C., se extendió por heterogéneas tierras conocidas hoy como Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras y el sureste de México. Durante siglos, fue una de las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad. Los historiadores creían que las grandes ciudades como Copán eran centros ceremoniales donde sólo vivían los sacerdotes, mientras el resto de la población habitaba en pequeños pueblos e iba a visitar los templos sólo en ocasiones solemnes o celebraciones. Antes se pensaba que los complicados textos jeroglíficos eran predicciones astronómicas y se creía que las figuras humanas representaban dioses. Pero en las últimas décadas, los avances en la lectura de jeroglíficos han hecho cambiar ese punto de vista. Hoy se sabe que la escritura habla de importantes sucesos históricos y, sobre todo, de la vida y hazañas de los reyes cuyo retrato está labrado en las estelas.